Los RIC son audífonos retroauriculares, que se sitúan detrás de la oreja, alojándose el auricular dentro del conducto auditivo externo.
Su particularidad es que lo que va dentro del oído es el auricular, que puede separarse del propio aparato.
Para adaptarlo pueden usarse tantas olivas, moldes, o carcasas donde se aloja el auricular, también a la medida.
Tienen una ventaja estética sobre los audífonos retroauriculares tradicionales, porque la oreja “esconde” el audífono y solo es visible el cable del auricular, de un grosor mínimo.