La audiometría clínica es una prueba sencilla y rápida que permite evaluar la capacidad auditiva y determinar si la persona presenta una audición dentro de los rangos normales. Aunque no es un examen diagnóstico, funciona como un estudio de tamizaje que orienta sobre la necesidad de realizar evaluaciones más completas en caso de detectarse alguna alteración.
El procedimiento se lleva a cabo en una cabina sonoamortiguada, lo que garantiza precisión en los resultados, los cuales se entregan de forma inmediata. Está indicada para personas de todas las edades, desde niños hasta adultos mayores, ya que una detección temprana de dificultades auditivas favorece un mejor manejo y tratamiento.
La audiometría clínica es útil en cualquier etapa de la vida, porque escuchar bien es clave para comunicarnos, aprender y disfrutar de nuestro entorno.
Si no responden cuando se les llama o parecen distraídos con frecuencia.
Cuando tienen retrasos en el habla o les cuesta pronunciar ciertas palabras.
Si han tenido infecciones de oído repetidas o hay antecedentes familiares de problemas auditivos.
Como parte de revisiones preventivas en la edad escolar, para apoyar su aprendizaje y desarrollo social.
Cuando sienten que necesitan subir mucho el volumen de la televisión, radio o celular.
Si les cuesta seguir conversaciones en lugares con ruido.
Cuando perciben zumbidos o pitidos en los oídos.
Si trabajan o pasan mucho tiempo en ambientes ruidosos.
Como parte de un chequeo preventivo a partir de los 40 años, especialmente si hay antecedentes familiares de pérdida auditiva.